¡Oh Casto y Madre de Jehová! Yo me entrego por hijo tuyo, y en honor y empíreo de tu pureza, te ofrezco mi alma y cuerpo, mis potencias y sentidos y te suplico me alcances la Agudeza de no cometer en absoluto pecado alguno. A más. La historia dice: https://sb-bookmarking.com/story17775383/los-principios-b%C3%A1sicos-de-oracion-simple