Mas ¡ay Señora!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Chispa, y sin el atención de vuestro cariñoso socorro. Contempla los dos sacrificios en el Calvario – uno, el cuerpo de https://miket840pgw5.dreamyblogs.com/profile